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creo que se tiende a diferenciar por una parte la diversión y el juego y por la otra la competición, y pueden (y deben) ir de la mano. Evidentemente, si no se divierten no merece la pena que sigan jugando a esto, creo se deberían apuntar a cualquier otro deporte o actividad. Con respecto a la competición, en el deporte la tenemos mal concebida, porque la única competición que vale realmente es la que se tiene con uno mismo, y si en el mes de enero soy capaz de botar un balón con la mano izquierda y tirar hacia canasta, cosa que en septiembre no hacía, habré ganado "mi partido". No sólo en aspectos puramente baloncestísticos: el otro día, y sin que yo se lo indicara, se juntaron en corrillo con los brazos sobre los hombros para distribuir el marcaje individual. A eso también se aprende.
Gracias a Lisbeth por el comentario. Estoy orgullosísimo de mis niñas y niños.
Lo que realmente tenemos que enseñarles es a saber perder, a que cada derrota no les afecte y carguen pilas para el siguiente encuentro.
Y hasta ahora, ese pedazo entrenador que tienen, les está enseñando muchísimo y está creando un gran equipo.
Enhorabuena por hacernos disfrutar tanto con este deporte!
Para muchos sera el equipo de "los hermanos de..." pero lo que mucha gente no sabe es que estos pequeños no tienen nada que envidiar a sus mayores, probablemente si siguen aprendiendo tanto, los superarán y eso es una gran noticia para el club y para todos los que nos gusta el baloncesto.
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